En ocasiones es sencillo dejarse llevar por la inercia social y pensar que los autoproclamados especialistas, los directores de asociaciones e instituciones, los profesores universitarios o simplemente lo tipos con bata blanca son gente especial (en la buena acepción del adjetivo), poseedores de conocimientos que nos son ajenos o nos son vedados por nuestra condición. Sin embargo, documentos como este que os presentamos sirven para que anclemos los pies en el suelo y no olvidemos nunca que vivimos en un país de pandereta.
Alfredo Calcedo Barba, a quien no teníamos el gusto de conocer hasta que nos ha sido facilitado el enlace a su errática ponencia, es un firme defensor del Tratamiento Ambulatorio Involuntario, del que ya se ha hablado en numerosas ocasiones dentro de esta web. Su alegato a favor del mismo es deslavazado y, por qué no decirlo, un tanto patético. Nos ha recordado profundamente a las intervenciones de Mariano Rajoy, ese señor que juega al despiste y busca la complicidad del público en el chascarrillo fácil (Calcedo lo intenta en varias ocasiones, pero solo logra arrancar algunas sonrisas aisladas de tanto en tanto)… un tipo de discurso que mezcla datos y opiniones hasta intentar convencer mediante una mezcla perfectamente calibrada de miedo y hastío.
Si no conseguís seguir al señor Calcedo no os alarméis, no es deterioro cognitivo, es su falta de cualquier tipo de habilidad comunicativa. Tenemos suficiente con cazar algunas de sus mejores perlas y lograr ubicarle ideológica e intelectualmente… como cuando explica lo que es una falacia naturalista y evidencia que no tiene la más remota idea al respecto (podríamos recomendarle que lea a John Searle, pero nos conformamos con que dedique cinco míseros minutos de lectura a la Wikipedia), cuando muestra su indignación por el uso que hacemos muchas personas de la expresión “supervivientes” al sistema de salud mental o a la psiquiatría, cuando repite una y otra vez la cantinela de la “conciencia de la enfermedad” o cuando parece indignarse porque los pobres y destartalados enfermos mentales se organicen y otorguen sus propios significados a sus propias experiencias psíquicas (aquí parece especialmente ofuscado con Icarus Proyect).
Lo social parece asustarle a este señor, la dimensión colectiva del sufrimiento humano se le antoja un delirio postmoderno. Su destreza argumentativa es rajoynesca… el TAI es bueno porque es bueno para enfermos y familiares… Chimpún.
Si estas son las referencias patrias de la psiquiatría legal, el futuro sigue siendo tan oscuro como siempre. Nadie debería extrañarse de que nos organicemos, es mera cuestión de supervivencia.
Video 12 Alfredo Calcedo Barba from Master Psiquiatría Legal on Vimeo.