Las voces de las locas han sido ignoradas, silenciadas o exhibidas como coloridas anomalías para ser degustadas como tentempiés exóticos. No se nos ha dado el respeto de ser consideradas un agente válido para participar en la empresa de dar forma al conocimiento compartido de la especie. Agrupan nuestras ideas en un molde no apto para el consumo por los demás presuponiéndolas aberrantes y faltas de sentido. En realidad, las locas somos una comunidad heterogénea que abarca un amplio espectro de posicionamientos sociales y políticos y que individualmente y en colectivo domina una gama amplia de saberes y temas de estudio. Hemos conseguido el acervo de nuestro conocimiento tanto a través de la educación formal como por las experiencias vitales que en nuestros casos suelen ser vividas en el filo de la navaja y dan pie a conclusiones dramáticas con un contenido sorprendente y sorprendentemente útil para los tiempos convulsos que nos toca vivir a esta sociedad.
Letras locas es un atril digital al que locas y locos y personas afines se van a encaramar en él para compartir cartas de amor y partes de guerra. No presupone más ni pretende menos que ofrecer una visión disonante a la calma hipócrita con que el sistema adormece cualquier descripción de la locura y su tratamiento. El punto de vista loco falta en el debate sobre la salud mental; el mero hecho de hablar de “salud” o “enfermedad” mental ya encasilla y desvirtúa las aportaciones de los más interesados y más expertos en el tema. Nadie conoce ni la raíz ni las ramificaciones del fenómeno de la locura con tanta precisión ni certeza como las que lo viven en primera persona y aquí van a tener una tribuna para exponer sus hipótesis y hallazgos. La única línea editorial es la honestidad brutal como forma de deshacer los nudos asfixiantes de los estigmas y tabúes que se nos han impuestos sin piedad.