Maniatado, en el suelo, gritando de dolor y recibiendo constantes descargas eléctricas. Así estuvo durante más de siete horas el estudiante André McCollins. Un grupo de profesores de la escuela para discapacitados Rotenberg en Canton, Massachusets torturó a André porque el joven no quiso quitarse el abrigo al llegar al centro.
André, que padece autismo, sufrió estas torturas en octubre de 2002, pero es ahora gracias al juicio contra la escuela y los profesores cuando se ha podido mostrar las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad de los malos tratos que sufrió.
Su madre, que declaró ayer, tras ver las imágenes, no pudo dejar de llorar y aseguró que «nunca» pensó que en la escuela se cometían estos abusos. Los médicos que han declarado han asegurado que el niño pudo morir.
Durante el tiempo que estuvieron torturándole no le dieron de comer ni de beber ni atendieron sus necesidades. «Una violación brutal de las normas de atención», afirmó uno de los peritos.
La escuela ha sido muy criticada por usar la terapia de electroshock para tratar a sus alumnos con discapacidad. Hace dos años, la ONU dijo que la técnica utilizada equivalía a una ‘tortura’, y exhortó al gobierno de Obama para detenerla.
Los hechos ocurrieron hace 10 años. Llegó a la escuela y cuando le dijeron que se quitara el abrigo él se negó. Entonces varios profesores le llevaron a una sala y le sometieron a descargas eléctricas durante horas.
En el vídeo se puede ver como atan a André y le someten a las descargas, mientras el joven grita de dolor y algunos de los profesores se ríen. Cuando su madre le fue a recoger, le llevó inmediatamente al hospital donde le diagnosticaron «estrés agudo». La ‘tortura’ a la que fue sometida le dejó inválido y tres días en coma por el shock que padeció.
El mencionado centro es conocido por sus métodos cuestionables, que usualmente consisten en castigos físicos para supuestamente inducir cambios positivos en los internos.
Incluso existe un panfleto emitido por la propia escuela donde defiende a los choques eléctricos como un tratamiento extensivamente validado en la literatura científica, muy efectivo y sin efectos colaterales significativamente adversos.
[Primera Vocal: El centro es este… y sigue abierto.
Los norteamericanos se caracterizan por llevar las cosas al extremo. Y este es el exponente más desgarrador del conductismo convertido en dogma de fe. Quien sepa inglés puede acceder a su sección de textos y ver por dónde van los tiros. Eso sí, no encontrará ningún artículo que aborde la deficiencia ética y la infrahumanidad necesarias para llevar a alguien a disfrutar mientras tortura a un niño que no puede defenderse.
Para terminar, enlazamos una noticia del New york Times en la que ciertos padres defienden el uso de descargas eléctricas para re-educar a sus hijos:»Sus comportamientos no eran aceptables para la sociedad. Ahora creo que puedo llevarla a casa».
¿Se entiende que haya quienes definamos el orden social en términos de guerra?]