Seguimos profundizando en cuestiones históricas que son esenciales para entender cómo se han gestado varios de los lugares comunes que —ya de lleno en el siglo XXI— nos encontramos al pensar la salud mental. Tras habernos acercado a las relaciones entre la psiquiatría y el nazismo, ahora ampliamos más si cabe la mirada y nos centramos en la eugenesia, que en su momento fue concebida como la ciencia del buen nacer.
Para ello os invitamos a escuchar esta entrega de La linterna de Diógenes («un programa de radio sobre historia y filosofía que intenta entender los acontecimientos históricos y culturales de la historia de la humanidad desde una óptica alejada del poder y sus intereses», tal y como sus impulsores lo definen), donde de la mano del historiador de la ciencia Álvaro Girón Sierra podremos indagar en los orígenes, fundamentos y desarrollo de la eugenesia. Un recorrido amplio para acercarse un movimiento internacional que tuvo un peso importante no solo entre los sectores más reaccionarios, sino también entre colectivos que anhelaban la trasformación social. Un ejemplo terrible y vergonzoso de cómo a partir de un determinado contexto científico se acaban configurando políticas que determinan mediante normas en qué consiste el progreso humano y cómo favorecerlo. Tengamos en cuenta que en un principio las premisas eugenésicas se presentaron como evidencias científicas que poco a poco acabaron por permear y trasladarse al cuerpo social ya como verdades aceptadas acríticamente, un mecanismo que creemos que puede sonarnos familiar a quienes hemos sido diagnosticados por la psiquiatría actual. Es ese salto que se produjo entre la hipótesis de trabajo de un puñado de racistas y clasistas y la configuración normativa de la existencia lo que queremos señalar, porque si bien casi cualquiera a día de hoy se escandaliza con la segregación, la esterilización, los matrimonios restringidos, la educación eugenésica y la eutanasia, los esquemas de pensamiento que propiciaron estos desmanes no son para nada ajenos a los tiempos que vivimos.
Pensar en la eugenesia nos puede ayudar a pensar hoy en la diferencia y el trato que esta recibe, en la concepción de inteligencia que es hegemónica, en la influencia de los valores capitalistas a la hora de pensar qué es una buena vida, en cómo se conceptualiza la capacidad mental, en los estereotipos con los que se configura la denominada criminalidad… en definitiva, en qué es y qué no es lo normal y cómo toman forma los mecanismos de exclusión.