Psiconautas es una obra desconcertante y genial a la vez. Alberto Vázquez lleva a cabo una narración sobre el desencanto valiéndose de animales y objetos antropomórficos situados en un paraje devastado por un accidente industrial. Los protagonistas son jóvenes inadaptados que se drogan con sustancias legales e ilegales mientras tratan de digerir la ausencia de futuro. Existe un contraste magnético entre la precisión con la que se describen los miedos y desolaciones y la riqueza imaginativa del universo inventado por el autor. Quizás sea esta una de las mejores vías para hablar de sufrimiento psíquico, la de imaginar escenarios oníricos donde poder plantear con toda la tranquilidad del mundo la existencia de “pastillas de la felicidad” de elevado coste.
Desde Primera Vocal intentamos dar cuenta de los productos culturales con los que nos cruzamos y que abordan cuestiones relacionadas con la salud mental. El resultado, como muchos sabréis, no suele ser satisfactorio, así que nos alegra poder recomendar la lectura de un cómic tan peculiar como este.
Eso sí, dos aclaraciones antes de leerlo: 1) La identificación de la escucha de voces con voces que animan al asesinato desentona con la obra por estúpida y zafia. 2) El papel desempeñado por la policía (o fuerza de orden público de índole genérica, ya que no se dice nada concreto sobre el origen de los “hombres” armados que persiguen al protagonista principal) es lo más realista de toda la obra.
Disfrutadla.