Convirtiéndonos en servicios y sistemas centrados en la persona y orientados a la recuperación. Proyecto Parachute Nueva York: un nuevo enfoque para personas que experimentan crisis psiquiátricas.

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Os presentamos un proyecto de atención en crisis que está teniendo lugar en la ciudad de Nueva York. Más allá del despiste que pueden generar todas las referencias institucionales propias, queremos llamar la atención sobre dos aspectos esenciales: ese concepto que tanto nos ha gustado de «aterrizaje suave» y el hecho de reconocer la importancia de las personas que han pasado por procesos de dolor psíquico a la hora de planificar estrategias de intervención con otras personas que los están experimentando. Este hecho, que a cualquier observador neutral le puede parecer una obviedad, con frecuencia suscita recelos entre las filas de los profesionales del ámbito de la salud mental. Enrocados gustosamente en sus posiciones y en el inmovilismo de una situación donde los servicios de salud mental no dan a basto y sus soluciones farmacológicas no parecen hacer frente de manera efectiva al sufrimiento, la aportación de personas que ha pasado por procesos de psiquiatrización les parece una suerte de intrusismo. Asistimos perplejos a cómo otros países comienzan a reconocer que el conocimiento de los llamados usuarios o ex-usuarios del sistema de salud mental no solo es válido, sino que completamente operativo desde un punto de vista terapéutico. Mientras tanto, en esta España de castas y panderetas, parece que tanto la autocrítica como la apertura de mentes en el ámbito de las llamadas ciencias psi llevará su habitual retraso. Esperemos que no sea el habitual de varias décadas y aprovechamos para mandar un abrazo a todos los profesionales valientes que van más allá de los límites prefijados por el status quo de sus profesiones y buscan y arriesgan. Son pocos, pero merecen todo nuestro respeto.

Piensa en la última vez que tuviste un día realmente malo. Uno que incluso ahora tiemblas al recordar, un día caracterizado quizás por la tristeza, el enfado o la pérdida. O incluso por el dolor físico. Un día en el que te alegraste de que llegara su fin, que dejó una marca en ti de alguna manera, y que esperas que nunca se repita.

Imagina que ese día también involucró a agentes de policía en tu casa, esposas, pasar horas contenido en una habitación caótica de un hospital, ser llevado a una unidad hospitalaria levemente menos caótica y una gran dosis de fármacos tranquilizantes: un día marcado por una profunda pérdida de control, dignidad y respeto.

Tú has imaginado exactamente el escenario que miles de personas en los Estados Unidos experimentan cada día. Muy a menudo, una crisis emocional eclipsa a la persona convirtiéndose en el catalizador para opciones terapéuticas que típicamente enfatizan la estabilización a corto plazo (medicación), más que la recuperación a largo plazo y el bienestar.

La trayectoria de tratamiento que sigue es familiar: más días de hospital, el deterioro de la salud física, la pérdida de la conexión con los amigos y la familia, y algo a lo que las personas enteradas se refieren como el inicio de una carrera profesional como paciente. Se emplean considerables fondos y experiencia en ello, ¿pero a qué precio tanto para el sistema sanitario, a largo plazo, y para la persona que está atrapada en un círculo debilitante? Y, verdaderamente, ¿qué tipo de “recuperación” se hace posible como resultado?

En tanto que socio principal del proyecto Parachute Nueva York, nosotros, en la Comunidad de Acceso, estamos tomando un rol de liderazgo en el cambio del curso de esta trayectoria.

Parachute Nueva York es un proyecto que se lleva a cabo a lo largo de toda la ciudad (Nueva York), está preparado para proveer algunas respuestas convincentes. Con el tiempo, ya que sus servicios serán lanzados en cuatro fases que van desde ahora hasta el invierno del 2014, podría cambiar incluso la manera en la que enfocamos cómo son discutidos estos asuntos. “Es un enfoque valiente centrado en la persona” dice Pablo Sadler. Director del Proyecto Parachute Nueva York y Director Médico de la Oficina de Salud Mental del Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York, “creará nuevas redes y posibilidades para los participantes en el programa, a la vez que maximizará los recursos disponibles”.

Está financiado por una beca de Innovación en Cuidados Sanitarios de 17,6 millones de dólares del Centro de Cuidados Médicos y Servicios Médicos, el Proyecto Parachute proveerá un “aterrizaje suave” basado en la comunidad alternativo al tratamiento hospitalario urgente habitual para personas experimentando crisis psicóticas.

Se espera que reduzca los gastos de Medicaid en 50 millones de dólares en los próximos 3 años para individuos recibiendo estos servicios, a la vez que mejora los cuidados y la salud de los participantes. Hará esto a través de una serie de intervenciones integradas que formaran una nueva forma de respuesta a las crisis psiquiátricas – una que confía menos en la administración de fármacos y más en involucrar al participante y su familia en el desarrollo de un plan completo de recuperación.

Liderado y coordinado por el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, el Proyecto Parachute incluye la colaboración de la Oficina de Salud Mental de Nueva York y muchas organizaciones voluntarias incluyendo el Acceso a la Comunidad, el equipo de Visitadoras Enfermeras, la Asociación de Salud Mental de Nueva York, Servicios para los desatendidos, Servicios Transicionales de Nueva York, la Asociación de Salud Mental Riverdale, la Red de Cuidados Sanitarios Comunitarios, la Coalición de Agencias de Salud Conductual, el Hospital Woodhull, y los entrenadores y consultores de alrededor del país y el mundo. La evaluación del programa está siendo dirigida por el Instituto Nathan Klein.

El Proyecto Parachute tiene muchas características que lo hacen único. En primer lugar y fundamentalmente, la continuidad de cuidados será de una importancia fundamental – no habrá saltos en el proceso de cuidados de unos equipos a otros. En segundo lugar, el apoyo entre iguales (NdT: pares, en el original peers) entrenados constituirá una proporción significativa de la fuerza de trabajo del Proyecto Parachute,  sacando provecho de sus experiencias personales para ayudar a los participantes a comprometerse más efectivamente con el sistema de cuidado médico y otros recursos comunitarios.

Tercero, utilizando los principios del Tratamiento Adaptado a las Necesidades y el Apoyo Intencional entre Iguales – ambos descritos con mayor detalle abajo – los servicios del Proyecto Parachute apoyarán a los participantes en la búsqueda del bienestar que ellos mismos identifiquen como tal y de las metas de recuperación. Pondrá un énfasis en la prevención, el bienestar y el cuidado sanitario de calidad y la vinculación de los participantes a un proveedor de servicios médicos que estará integrado en el equipo de tratamiento.

Un cuarto elemento nuevo será el establecimiento de cuatro centros de respiro (NdT: respite centers en el original) que tendrán una capacidad para 7-10 huéspedes a la vez, sirviendo como una alternativa a la hospitalización para aquellos participantes que necesitan este nivel de apoyo.

Finalmente, todos los servicios del Proyecto Parachute se focalizarán en implicar a la red de apoyo de la persona – familia, amigos, colegas, etc.. –, aunque ese sistema es definido por la persona que recibe ayuda.

La principal forma de acceso al Proyecto Parachute Nueva York será la línea MHA’s de LIFENET, que filtrará llamadas y hará derivaciones a los equipos de barrio móviles que atienden las crisis. En Manhattan, el primer equipo servicio que abrirá, (NdT: VNSNY en el original) opera el equipo móvil de Tratamiento Adaptado a las Necesidades. Las derivaciones de los proveedores de salud mental, los miembros familiares, y las autoderivaciones irán primero al VNSNY. Los equipos responderán con una visita en persona en menos de 24 horas y proveerán servicios durante más de un año a los participantes interesados.

El primer centro de respiro en crisis (NdT: respite crisis center en el original), puesto en marcha por Acceso a la Comunidad, abrió en enero de 2013. Localizado en Manhattan, en la Segunda Avenida, el lugar fue anteriormente una residencia comunitaria con licencia OMH que ha sido renovada y se han reducido las camas de 14 a 7. Hemos creado un centro de respiro que será un lugar esperanzador donde las personas serán alentada a pensar de forma diferente acerca de las crisis que han experimentado y se ofrecerá soporte para establecer vínculos con otra gente que ha pasado por luchas similares. Los huéspedes tendrán una oportunidad para aprender y desarrollar la ayuda a sí mismos y estrategias de apoyo mutuo.

Tres centros de respiro durante la crisis serán establecidos en Brooklyn, el Bronx y Queens para ser abiertos por los Servicios para los Desatendidos en la primavera de 2013. La Asociación de Salud Mental Riverdale en el verano de 2013 y los Servicios Transicionales de Nueva York en el invierno de 2014, respectivamente.

El Modelo de Tratamiento Adaptado a las Necesidades (TAN), uno de los enfoques que será integral en el Proyecto Parachute Nueva York, asegura que la comunicación abierta y transparente guíe el proceso de tratamiento. Los individuos que están experimentando la crisis identifican los miembros de su red de apoyo, que podría incluir a la familia, los amigos y los proveedores de tratamiento. En el Proyecto Parachute el equipo de movilidad en crisis usará los principios del TAN para vincular a personas en sus casas y comunidades y trabajará con esas personas durante más de un año para ayudarles a sostenerse en la comunidad. En el enfoque TAN, todas las voces, aquellas de los individuos en crisis y aquellas de los miembros de apoyo, son valoradas y se les da el espacio para ser escuchadas.

Un componente igualmente valioso del Proyecto Parachute es el Apoyo Intencional entre Iguales, un enfoque desarrollado por Shery Mead, una profesional par (peer). Entre los valores del AII están el aprendizaje frente a la ayuda, la focalización en las relaciones frente al individuo, la mutualidad, la esperanza y el vínculo. Es un enfoque que persigue disminuir la diferencia de poder existente entre proveedores y receptores de servicios.

El Proyecto Parachute Nueva York unirá los valores y prácticas de estos dos enfoques en un nuevo entorno. Ambos enfatizan el valor de las relaciones, al esperanza, la transparencia, la honestidad y el reconocimiento de que no se tienen todas las respuestas.

Estableciendo estos nuevos contextos en los cuales los iguales pueden ayudar a otros a recuperarse, el Proyecto Parachute Nueva York ofrece un futuro más gratificante para las personas que experimentan crisis psicóticas e ilumina un camino que otros proveedores de servicios humanos puedan seguir.

Para finalizar, esta es el punto de vista que ofrece Jamie Neckles, Mánager del Proyecto Parachute Nueva York en el Departamento de Salud e Higiene Mental: “Esta nueva iniciativa excitante es una clara demostración de nuestra creencia en el valor de la implicación de los iguales. Creará 185 nuevos trabajos, 165 de los cuales serán para los iguales. Conectará a muchas personas, construirá nuevas relaciones, creará espacio para pensar acerca de las cosas de forma diferente e invitará a nuevas personas a la conversación”. En cualquier aspecto, el lanzamiento del Proyecto Parachute es un motivo de celebración.

Por Steve Coe, Director Ejecutivo Acceso a la Comunidad

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